Una correcta hidratación es tan vital para el perro como una alimentación de calidad o el ejercicio. Conoce las causas y signos que indican una deshidratación en tu mascota, y cuánta agua debe beber para prevenirla.
Perro hidratado por su dueño
Una buena forma de mantener hidratado a tu perro es llevar en los paseos una botella portátil para perros.

 

El perro puede obtener el agua que necesita para su bienestar a través de dos fuentes: del agua que le ofrecemos directamente en un recipiente, o a través de los alimentos. En función de determinadas circunstancias, el can puede requerir mayor o menor cantidad de líquido. Por ejemplo, si ha consumido alimentos con bastante sal (no recomendable), si ha realizado ejercicio físico, si nos encontramos en una estación del año de mucho calor, o si el animal está enfermo.

También debemos saber que algunos perros tienen más sed o necesidad de beber agua que otros, sin que ello tenga ningún significado patológico si el animal está bien, y se encuentra animado y con energía.

Mantener una correcta hidratación de nuestro perro es fundamental para un buen estado de salud del animal; por ello, recopilamos algunos consejos para lograrlo de manera sencilla:

  • Se debe mantener un recipiente de agua específico para el perro siempre lleno y a su completa disposición, y no olvidarnos de observar y controlar la cantidad de agua que bebe al cabo del día.
  • El agua debe ser fresca, ni muy fría ni caliente, para que al animal le resulte apetecible. Por supuesto, debe contar con condiciones óptimas de potabilidad.
  • Se debe lavar el recipiente del agua a menudo para evitar que se forme suciedad, garantizando así al perro una correcta higiene. Podemos emplear algún tipo de solución jabonosa como la que empleamos para nuestra vajilla o, incluso, meter el recipiente en el lavavajillas si disponemos de éste.
  • Si el recipiente para la comida está próximo al bebedero, es conveniente limpiar el hocico del animal tras la comida. También controlar los restos que caigan en el agua, ya que degradan su calidad y la pueden hacer poco apetecible.
  • No solo es importante el agua que le ofrecemos dentro de casa. Cuando salimos fuera el perro debe disponer de agua a su alcance. Para ello podemos comprar algún tipo de botella portátil para perros (muchas de ellas cuentan con un sencillo dispensador muy práctico).
  • Durante los paseos, lo ideal es hacer varias pausas y ofrecer agua al perro en pequeñas cantidades. Es preferible parar varias veces, que dejar que beba mucha agua de una sola vez, ya que podría vomitarla u ocasionarle procesos más graves como dilataciones o torsiones gástricas.
  • Hay que evitar que el perro beba de charcos o aguas estancadas, de forma que podamos asegurarnos de que el líquido no contiene sustancias tóxicas o nocivas, así como gérmenes que pueden poner en peligro su salud.
  • Humedecer el pienso seco con agua, u optar por alimento húmedo, para aumentar la hidratación del animal cuando sea necesario, es una buena y efectiva opción, especialmente en caso de sospecha de deshidratación, o en temporadas de mayor calor o actividad.
  • Muchos cuidadores ofrecen a sus compañeros hielos cuando hace mucho calor y el animal está sofocado. Esta es una opción estupenda, ya que el animal no solo se hidrata sino que, además, se refresca y reduce su temperatura corporal.